Vienen gritando,
dicen cosas subversivas,
atrevidas y peligrosas,
vienen proclamando
a quien dicen que es
el auténtico Rey.
Gritan con regocijo
¡Hosanna!
en tiempo de pascua.
¡Hosanna! ¡Hosanna!
Bendito el que viene
a salvarnos,
¡Sálvanos Jesús!
Viene cerca,
ya va a entrar a Jerusalén,
le siguen los pobres,
campesinos, mujeres
y marginados.
Pescadores, esclavos,
publicanos y extranjeros,
traen palmas en sus manos,
se quitan sus capas
y las lanzan al camino.
Vienen recitando y cantando
al profeta Zacarías:
«¡Alégrate, hija de Sion!
¡Da voces de júbilo
hija de Jerusalén!
Tu rey viene a ti,
justo, salvador y humilde,
montado sobre un pollino»
Viene el cortejo,
el novio de acerca,
viene a casarse,
nace la Iglesia que anunciará
la liberación.
Él no viene destruyendo
ni arrasando tierras
ni la dignidad de pueblos
inocentes,
no viene matando niños
ni destruyendo casas
siembras y viñedos.
Viene como Rey,
distinto, humilde,
viene a salvar,
trae Paz y Justicia
al mundo.
¡Gloria a Dios en las Alturas!
Se escucha de nuevo el canto
de su nacimiento:
«¡Bendito el rey que viene
en el nombre del Señor,
paz en el cielo y gloria
en las alturas!»
¡Hosanna! ¡Hosanna!
¡Viene nuestro Mesías,
llega nuestro Salvador,
viene con él la liberación
de los pueblos oprimidos!
¡Acompañado de Pueblo
Jesús entra como Rey!