Les traigo un fragmento de un poema dedicado a BolĂvar del Gran Poeta Tachirense Manuel Felipe Rugeles, el mismo autor del poema Este Niño Don SimĂłn que musicalizĂł magistralmente Serenata Guayanesa:
«Su voz siempre se alza sobre las multitudes.
Es la voz de Jamaica y es la voz de Angostura.
Y es la de las solemnes horas de Santa Marta.
En el nacer del caos y en la sorda tiniebla
Esa voz no se apaga, porque tiene su ámbito.
La sigue oyendo el Pueblo de todo un Continente.
El hombre que se hiela en los páramos;
El hombre que suda en la manigua del trĂłpico,
Y el hombre desnudo en la llanura, con su lanza de fuego,
Contemplaron al HĂ©roe que traĂa las botas
Rojas y polvorientas de su andanza a caballo.
El oro de las vetas indĂgenas apenas
Fulguraba en sus manos. A lo largo de toda
Su impaciente aventura, se fue sintiendo solo
Con su propia bandera, Y cada vez más solo,
Hasta quedar en diálogo con la voz de su sombra.
¡Solo, en la desnudez concreta de la muerte!
Ganará la batalla definitiva el dĂa
En que sĂłlo la siembra de su palabra sea
Capaz de dar un fruto de Libertad perenne.
Cuando el pan de la tierra no lo mendigue el pueblo
Y el hombre salve al hombre como quien salva un árbol
Y nunca llore un niño por el dolor de América».
El Libertador se nos está poniendo malito. El fin fĂsico se acerca, ¡quĂ© pena!
PARTE MÉDICO NÚMERO 17, DICIEMBRE 13
La noche del 12 al 13, S. E. la pasĂł con mucha inquietud y desvelo, mudándose a cada rato de la cama a la hamaca y de la hamaca a la cama, con unos quejidos continuos, pero sin poder explicar sus achaques. Orines involuntarios, frecuente y en poca cantidad. Tos seca y muy a menudo, pero sin expectoraciĂłn. El pulso frecuente y más blando que ayer, pero más deprimido. La voz algo pesada y la expresiĂłn más trabajosa. El vejigatorio ha purgado poco. Finalmente, S. E. está más abatido que en los dĂas anteriores. La cabeza siempre calurosa. Refrescos a la cabeza y tisana emoliente por agua comĂşn. SagĂş por alimento.
Diciembre 13, a las ocho de la mañana. Â
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PARTE MÉDICO NÚMERO 18, DICIEMBRE 13
En este dĂa se han agravado los sĂntomas de la enfermedad de S. E. y aĂşn se ha agregado otra complicaciĂłn, que es una irritaciĂłn de los Ăłrganos digestivos, pues la lengua, de hĂşmeda que estaba hasta ahora, se ha puesto un poco seca, áspera y colorada en sus orillas.
Varias veces ha tenido vascas y aĂşn ha vomitado. La misma confusiĂłn en las ideas y aberraciĂłn de la memoria. Calor en la cabeza, pero menos que en los dĂas anteriores; el frĂo en los extremos tambiĂ©n ha sido menos. Ha seguido la tos seca sin expectoraciĂłn, pero con un escupir continuo. Orines involuntarios a veces, aunque no muy frecuentes.
El semblante muy abatido. El pulso por la tarde fue suave; pero es de advertir que esa disposición no es constante. No se ha quejado tanto S. E., pero tampoco ha explicado sus dolencias. Las sensaciones están como entorpecidas. Refrescar la cabeza, llamar el calor a los extremos, calmar la tos con agua mucilaginosa, ha sido el método de hoy, y el sagú por alimento. El vejigatorio ha purgado poco.
Diciembre 13, a las nueve de la noche.
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