César Rengifo (1915-1980) César Rengifo recorrió, a través de la pintura y la dramaturgia, un camino ideológico que lo llevó a indagar en César Rengifo (1915-1980) César Rengifo recorrió, a través de la pintura y la dramaturgia, un camino ideológico que lo llevó a indagar en la realidad venezolana desde una perspectiva crítica y reflexiva, que subraya la histórica lucha de clases, la diferencia entre el mundo rural y el urbano, las consecuencias del impacto petrolero, la marginación y la injusticia social, y adquiere visos de denuncia.
Rengifo fue uno de los pintores sociales que, como lo señaló Mariano Picón Salas, «contra el caballete que consideran individualista y burgués, quieren lanzarse al gran mural multitudinario» y alli plasmar sus inquietudes, más políticas que formales. Su obra, pictórica y teatral, está poblada por personajes que representan la endémica reproducción de las diferencias sociales en un escenario históricamente fracturado, Venezuela, donde la injusticia no representa una circunstancia sino una condición sine qua non para eternizar malsanas y minoritarias élites.
César Rengifo nació en Caracas el 15 de mayo de 1915. Estudió en la Academia de Bellas Artes de Caracas, de la que egresó en 1935. Perteneció, con Pedro León Castro, Gabriel Bracho y Héctor Poleo, al grupo de pintores venezolanos influenciados por el muralismo mexicano y su ideología. Por eso, tras obtener una beca en 1936 del Ministerio de Educación encabezado entonces por Rómulo Gallegos para especializarse en pedagogía de las artes plásticas en Santiago de Chile, saltó en 1937, sin pensarlo dos veces, a la Academia de San Carlos en Ciudad de México, donde definió su técnica y adoptó la del muralismo de los grandes mexicanos.
El año 1939 Rengifo volvió a Venezuela, se consolidó como pintor al hacer su primera exposición individual en el Museo de Bellas Artes de Caracas y se estrenó en la dramaturgia con la obra ¿Por qué canta el pueblo?, alusiva al dictador Juan Vicente Gómez, muerto en 1935.
A partir de ese momento no abandonó su militancia en ambas disciplinas y se convirtió en animador y promotor de múltiples actividades culturales, escribió y dirigió, colaboró con periódicos y revistas y apoyó a grupos de teatro. Pero fue en el año 1935 cuando tuvo la oportunidad de demostrar lo que había aprendido en México, al hacer el mural Amalivaca, en la caraqueña plaza Diego Ibarra, mosaico que, dentro del espiritu narrativo y reivindicativo que lo caracterizó, ilustra la leyenda caribe de la creación.
Años después, en 1973, por encargo de la Comisión del Ses-quicentenario de la batalla de Carabobo, del Ministerio de la Defensa, pintó el mural Creadores de la nacionalidad, en el Paseo Los Próceres de Caracas.
A Rengifo le tocó vivir una época muy importante del teatro venezolano y ser, además, una de sus piezas clave.
César Rengifo fue representante de un realismo social de gran envergadura y protagonista del desarrollo del teatro venezolano del siglo XX. la realidad venezolana desde una perspectiva crítica y reflexiva, que subraya la histórica lucha de clases, la diferencia entre el mundo rural y el urbano, las consecuencias del impacto petrolero, la marginación y la injusticia social, y adquiere visos de denuncia.
Rengifo fue uno de los pintores sociales que, como lo señaló Mariano Picón Salas, «contra el caballete que consideran individualista y burgués, quieren lanzarse al gran mural multitudinario» y alli plasmar sus inquietudes, más políticas que formales. Su obra, pictórica y teatral, está poblada por personajes que representan la endémica reproducción de las diferencias sociales en un escenario históricamente fracturado, Venezuela, donde la injusticia no representa una circunstancia sino una condición sine qua non para eternizar malsanas y minoritarias élites.
A partir de ese momento no abandonó su militancia en ambas disciplinas y se convirtió en animador y promotor de múltiples actividades culturales, escribió y dirigió, colaboró con periódicos y revistas y apoyó a grupos de teatro.
Pero fue en el año 1935 cuando tuvo la oportunidad de demostrar lo que había aprendido en México, al hacer el mural Amalivaca, en la caraqueña plaza Diego Ibarra, mosaico que, dentro del espiritu narrativo y reivindicativo que lo caracterizó, ilustra la leyenda caribe de la creación. Años después, en 1973, por encargo de la Comisión del Ses-quicentenario de la batalla de Carabobo, del Ministerio de la Defensa, pintó el mural Creadores de la nacionalidad, en el Paseo Los Próceres de Caracas.
A Rengifo le tocó vivir una época muy importante del teatro venezolano y ser, además, una de sus piezas clave. César Rengifo fue representante de un realismo social de gran envergadura y protagonista del desarrollo del teatro venezolano del siglo XX.